Baños sulfurosos de Oromina y Cascada de Asnacyacu

En las faldas del vigoroso cerro de Oromina y rodeado de una abundante y verde floresta, brotan las azufradas y terapéuticas aguas de los Baños Sulfurosos de Oromina. Un área de conservación municipal, puesto en valor para el turismo de naturaleza, y el turismo de salud y bienestar.

Su fácil acceso, a sólo 20 minutos de la ciudad de Moyobamba, y a través de un sendero afirmado, nos ofrece vistas privilegiadas del Morro de Calzada y del esplendor de la selva, hasta que un ligero olor a azufre, nos advierte que ya estamos cerca del lugar.

Allí, se pueden encontrar tres acondicionadas pozas de aguas azufrada con sus típicos chorros, construidas a base de piedra, adornando las faldas del Cerro Oromina, con una temperatura de agua de 8 grados centígrados.

Una de las pozas cuenta con un tobogán infantil, ideal para asegurar la diversión de los niños, deslizándose hasta caer a la poza con sus aguas turquesas lechosas.

Este lugar es muy popular entre los pobladores autóctonos, puesto que las aguas azufradas tienen propiedades medicinales y son aptas para el tratamiento de la piel, el cabello y las uñas. También favorece la depuración de toxinas, y ayuda a aliviar el dolor de artritis.

Pocos metros más arriba de las pozas, observarás un majestuoso renaco, que con sus caprichosas raíces envuelven el ojo de agua, lugar donde aflora su burbujeante agua azufrada turquesa proveniente del subsuelo, y la distribuyen a las diferentes pozas donde pueden bañarse los visitantes y turistas. Aprovecha para tomarte una foto en este mágico rincón.

Además, en los alrededores de los Baños sulfurosos de Oromina, los viajeros pueden recrearse con actividades deportivas en el campo, pueden acampar, observar la flora y fauna, y realizar caminatas por los hermosos paisajes, hasta llegar a la cascada de Asnacyacu y la Cueva del Amor.

Caminata a la Cascada de Asnacyacu y Cueva del Amor

Desde las pozas de agua azufrada podemos emprender una pequeña caminata de 15 minutos que nos conducirá hacia la espesura del bosque, a través de angostos y bellos senderos, hasta llegar a un circuito de chorros y cascadas naturales, provenientes del cerro, donde familias y grupos de amigos vienen a bañarse y relajarse.

La mágica cascada de Asnacyacu, con una caída de 8 metros de altura y formando una piscina natural de aguas cristalinas y frías, es ideal para bañarse y aminorar el calor característico de esta zona.

Ubicada en medio de festonados cerros y rodeada de una espesa vegetación formada por amasisas, quillos sisas y lianas, es un buen lugar para observar diferentes especies de aves y flora típica de la selva alta.

Siguiendo por el sendero, encontraremos también otras caídas y chorros de agua, magníficos para masajear la espalda. El sendero está bien señalizado y podemos llegar hasta la Cueva del Amor, un rinconcito escondido por rocas perfiladas que acompañan el desliz de las aguas de la quebrada, ideal para un baño en pareja o alejado del resto de los visitantes.

Tanto los Baños Sulfurosos de Oromina como la Cascada de Asnacyacu, son un lugar perfecto para ir con amigos o familia. Todo el complejo turístico está acondicionado para que los niños y la familia se diviertan con seguridad, disfrutando del contacto con la naturaleza.