Descripción
La Amazonía peruana guarda muchas maravillas naturales y lugares llenos de energía, y la ruta mágica de El Breo no es la excepción. Viajar por este magnífico recorrido de cascadas, corrientes de agua y bosques vírgenes, es la ruta que, por más de 4 horas navegando por los ríos Huallaga y Huayabamba, nos llevará a internarnos en la majestuosa selva sanmartinense para descubrir los secretos que protege en sus entrañas.
La ruta El Breo, ecoturismo en el destino Abiseo
El Breo es una impresionante ruta que parte de la ciudad de Juanjuí, en la que altas montañas cubiertas por un verde manto frondoso, camuflan innumerables y refrescantes caídas de agua.
A pocos minutos de iniciar la travesía en bote, es posible hacer una parada en el pueblo de Pachiza para visitar el Museo EtnoHistórico de Pachiza, el cual nos introducirá en la historia de los antepasados de esta región de la Amazonía.
Siguiendo con el recorrido turístico, te espera el Cañón de Ojococha, un angosto paso con altas paredes, que te llevará hasta la primera caída de agua, llamada “El Velo de la Novia”.
A medida que vayas avanzando, notarás como el paisaje se vuele más tupido, a la vez que te quedarás sin señal de celular, internet y energía eléctrica, por lo que no tendrás más escapatoria que conectarte con la naturaleza en todo su esplendor.
Con el rugir del río acompañándote en todo el viaje, cruzarás “el mal paso”, una serie de divertidos rápidos que refrescaran este momento lleno de adrenalina, hasta llegar a una de las cataratas más hermosas del Perú: la Catarata del Breo.
La Catarata del Breo, se trata de una caída de agua con una caprichosa forma, ya que está ubicada sobre un macizo rocoso en forma de puente que, con el tiempo, la fuerza del agua la ha perforado, formando un orificio por donde discurren sus aguas, y creando en la parte inferior de su caída, una piscina natural donde bañarse.
Sin duda alguna, la Catarata del Breo es una maravilla, y es que el arte nunca podría existir sin la naturaleza. Déjate abrazar por las frías aguas de esta catarata y siente como su energía despierta todos tus sentidos.
Por sus alrededores, podrás caminar por los tupidos bosques primarios milenarios que, en algunas partes, cubre el cielo de verdes hojas, como referencia de vida natural. Entre su vegetación típica, podrás observar helechos, epifitas gigantes, más conocidas como "orejas de elefante", y orquídeas, además de árboles cuyas ramas cuelgan los nidos de los paucares, aves predominantes en el lugar.
Además, en este bosque, ubicado en la “Concesión para Conservación El Breo”, dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional del Río Abiseo, viven más de 60 especies endémicas. Si tienes suerte, verás el único mono choro de cola amarilla, el oso de anteojos o el representativo gallito de las rocas.
Durante tus días aquí, no dejarás de sorprenderte con la naturaleza que te rodea. Te dormirás arrullado por los sonidos de la selva, con las estrellas de guías, y te despertarás con el canto de las aves. Conocerás una cascada de aguas tibias, y harás la Ruta Interpretativa Medicinal, donde conocerás sobre plantas nativas y sus propiedades curativas.
Si estás buscando un viaje diferente, conocer el país de la mano de personas que lo aman y conservan, esta es una excepcional opción en la selva peruana.
Los guías te contaran las mágicas historias de su bosque y te inspirarán con sus ejemplos de vida sostenible y sustentable.
Deja una huella positiva a tu paso, y con tu visita estarás apoyando a que los pobladores locales sigan conservando este hermoso y especial lugar del Perú.
Cómo llegar
Desde Tarapoto, embárcate 2 horas en auto hasta llegar a Juanjuí. Una vez en esta hospitalaria ciudad a orillas del río Huallaga, prepárate para subirte 4 horas en un bote que te llevará al interior de este laberinto de piedras y vegetación.
Distancias referentes:
Tarapoto – Juanjuí 138 km (2h 30 min)
Moyobamba – Juanjuí 254 km (4h 25 min)
Cuándo ir
Puedes visitar El Breo durante todo el año, pero la mejor temporada para visitarlo es en época seca, entre los meses de mayo a octubre, cuando el caudal del río está bajo y las aguas son cristalinas.
En época de lluvias, entre los meses de noviembre y abril, el caudal del río aumenta, pudiendo ser peligroso por las corrientes que traen palos.
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