Descripción
En el corazón de la región San Martín, encontramos el Parque Nacional del Río Abiseo, una de las grandes maravillas naturales y culturales del Perú, de majestuosa belleza y biodiversidad.
Esta área natural protegida cuenta con flora y fauna muy variada. Hasta el momento, se han observado cerca de 900 especies de fauna silvestre (aves, mamíferos, réptiles, anfibios y peces) y más de 1000 especies de plantas, destacando árboles de gran tamaño como el renaco (Ficus sp.) y el caucho (Hevea brasiliensis).
Los tours al Parque tiene una duración de 2 a 4 días, dependiendo del tiempo que dispongas, aunque te recomendamos que planifiques tu recorrido de mínimo 3 días, donde podrás descubrir la mayor cantidad de bondades que guarda el PNRA.
Iniciamos la travesía en la ciudad de Juanjuí, puerta de ingreso al Parque Nacional del Río Abiseo. Desde allí, se parte en bote por varias horas a través de los ríos Huallaga, Huayabamba y Abiseo, surcando hermosos paisajes y vegetación exótica.
A pocos minutos de partir, es muy interesante hacer una parada en el pueblo de Huicungo, lugar donde podrás visitar el Centro de Interpretación del Parque Nacional Río Abiseo, en el que conocerás de manera didáctica la importancia de la flora y fauna, únicas del Parque.
Luego de esta visita, seguiremos con el recorrido sobre las aguas amazónicas, presenciando cómo se va estrechando cada vez más el río, mientras que la selva se vuelve más misteriosa.
Después de un viaje de aproximadamente 5 horas, habrás llegado al albergue del parque, lugar donde tener los servicios de alimentación y hospedaje, descansando cómodamente en el seno de este hermoso bosque.
Desde el albergue, tendrás la oportunidad de realizar diferentes excursiones y actividades de aventura por el resto de días de travesía.
Podrás realizar el circuito de aguas, visitando la Catarata Maquizapa, la Catarata Shihui, la Cascada Timón, la Catarata del Oso, entre otras, donde disfrutarás de baños súper refrescantes y energizantes.
Además, podrás caminar por la variedad de ecosistemas que posee este territorio, en los que tendrás la posibilidad de descubrir las distintas especies de plantas y animales.
También podrás visitar la quebrada Churo, que es una quebrada subterránea que atraviesa emocionantes cuevas a diferentes niveles, algunos de los cuales podrás recorrer nadando e iluminando tu paso con linternas frontales.
La Cueva más visitada es la Cueva de los Franceses, pero unos metros más lejos, también podrás visitar la Cueva del Otorongo.
De camino a la Cueva de los Franceses
Desde el albergue del Parque, se inicia una caminata de aproximadamente dos horas hasta la entrada de la cueva.
Durante el recorrido podrás apreciar la existencia de mariposas de diversos colores, armadillos y diferentes tipos de aves, como loros, guacamayos y los guacharos, los cuales forman una gran colonia.
Durante la caminata atravesarás bosques primarios, con árboles a lo largo de toda la quebrada a modo de caverna forestal, en donde abundan lianas, epifitas, bromelias, orquídeas, frutos silvestres y una gran variedad de helechos.
También podrás apreciar árboles maderables, tales como cedros, tornillo, la caoba, el ishpingo, la catahua, y plantas medicinales como el bálsamo de Copaiba, la sangre de grado, el ajo sacha y frutas nativas.
A una altura de 553 msnm y listos para explorar las entrañas de la tierra, en el interior de la Cueva de los Franceses se puede observar la presencia de elementos minerales como el cuarzo y la formación de estalactitas y estalagmitas, además de líquidos filtrados acumulados que a su paso forman pequeñas pozas.
La cueva, de 2.5 metros a 10 metros de altura, 2 metros de ancho y 200 metros de profundidad, está conformada por ambientes totalmente oscuros y frescos, por la ausencia de los rayos del sol, lo que se convierte en el mejor refugio de especies de aves, como los guacharos y los murciélagos.
El nombre de la mencionada cueva es debido a que, durante una expedición en el año 1982, dos ciudadanos franceses ingresaron hasta el fondo de la cueva, creyendo encontrar oro en su afán de buscar riqueza, cuando a uno de ellos le sorprendió la muerte. De aquí el nombre de “Cueva de los Franceses”.
Unos minutos más adelante se encuentra la Cueva del Otorongo, compuesta de roca calcárea y escogida como morada de guácharos, murciélagos, loros y guacamayos.
Como curiosidad, se dice que una vez un equipo de televisión encontró en esta cueva un otorongo, y que bastó de dos saltos para desaparecer. Desde entonces se conoce a esta cueva con el nombre de este felino.
Importantes complejos arqueológicos, de incalculable valor cultural
Dentro del parque, considerado como una valiosa joya peruana, se han registrado al menos 30 sitios arqueológicos precolombinos, siendo el de mayor importancia el Gran Pajatén, considerado el conjunto monumental más impresionante por su especial diseño arquitectónico, comparable, en Latinoamérica, con el Parque Nacional de Tikal en Guatemala.
Esta antigua ciudadela que data de 200 a.c., fue construida por los Chachapoyas antes de ser sometidos por los Incas.
Con más de 20 mil metros cuadrados, se pueden encontrar 25 casas circulares construidas entre innumerables terrazas y escaleras, que sorprenden a cualquiera por su ubicación y conservación.
Destaca también el complejo funerario Los Pinchudos, construido en la estrecha cornisa de un gran farallón. Sus ídolos de madera, que representan a seres desnudos, fueron encontrados intactos y emplazados en su lugar original.
Otros yacimientos arqueológicos encontrados incluyen al Cerro Central, al complejo de Las Papayas, el sitio arqueológico de Marcial (Pajatén II) y muchos otros como La Playa, Apisunchu, Alpamachay y Manachaqui.
La presencia de numerosos y excepcionales restos arqueológicos dentro de una vasta área boscosa es única en el continente.
Esto originó que la UNESCO declarara, en 1992, al Parque Nacional del Río Abiseo como Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad, categoría mixta que en el país solo comparte el Santuario Histórico de Machu Picchu.
Actualmente, la visita a esta parte del Parque está cerrada al turismo desde 1986, y sólo acceden expediciones para fines de estudio, investigación o documentación. Sólo es posible ingresar con previa autorización de la jefatura del parque nacional, de las oficinas del Servicio de Parques de Perú (SERNANP) o del INC.
Para llegar al Parque Nacional del Río Abiseo, el punto de acceso más fácil es a través de Tarapoto. Desde aquí, se viaja dos horas y media por carretera hasta el embarcadero de la ciudad de Juanjuí, lugar donde parten las lanchas hasta la entrada del parque.
Sin lugar a dudas, un viaje al Parque Nacional del Río Abiseo es una verdadera inmersión en la selva, con bellos espectáculos naturales que ocurren sin previo aviso. Si eres de los que disfruta de la naturaleza y la aventura, ¡Visita el Parque Nacional del Río Abiseo!
Maria Laura
14 de septiembre de 2022 a las 10:37 pmTuve la oportunidad de conocer el Río Abiseo en el 2015, definitivamente uno de los mejores viajes que he hecho en toda mi vida. Conexión total con la naturaleza, descanso y maravillada con los hermosos paisajes! Mi experiencia fue con la agencia de viajes Gran Pajatén, recomendada.